Se está acercando lentamente el final de la temporada que La Filarmónica contempla cada año en el Auditorio Nacional, celebrando esta los diez años de actividad, en los que ha ido creciendo como organización, identidad y esfuerzo en la salvaguarda de repertorios imaginativos aunque muy asumibles y para disfrutar, a la vez que, como los clásicos de la Antigüedad, “corrige las costumbres”, de su público, si no riendo, al menos con bonhomía y paciencia. En estos años de trayectoria ha...